Torrijas de Semana Santa
La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Vuelven las procesiones, el olor a incienso y cera, los plantones comiendo pipas mientras esperamos pacientemente el desfile de los cofrades.
Son dias para salir y disfrutar, días para estar con la familia que ha venido a visitarte o con aquellos que te han dado cobijo en su casa.
Pero también son días de tradición, de rememorar viejas costumbres, de recordar historias pasadas charlando con tus seres queridos. ¿Y que mejor manera de hacerlo que comiendo unas deliciosas torrijas como aquellas que hacian nuestras madres o nuestras abuelas cuando éramos niños?
Las torrijas son ideales a cualquier hora, en el desayuno, como postre, a media tarde acompañadas por un café...
Ingredientes:
- Pan, preferiblemente de uno o dos días antes. Puedes en utilizar en barra u hogaza.
- Leche.
- Huevo.
- Canela en rama y en polvo.
- La piel de un limón.
- Azúcar.
- Aceite para freír.
Elaboración de las torrijas:
En cazo pon a hervir la leche junto con la canela en rama, la peladura del limón y un poco de azúcar. Deja que de hervor para que tome sabor, retírala del fuego y deja que se enfríe un poco.
Corta el pan en rebanadas no demasiado gruesas.
Bate los huevos y pon el aceite en la sartén.
Baña el pan en la leche comprobando primero que esté tibia. Si estuviera muy caliente deja que se enfríe poco más o el pan se te ablandará demasiado.
Saca la rebanada de la leche, deja que escurra poco el exceso de líquido, pásala por el huevo batido y échala en la sartén con cuidado con para que no te salpique el aceite.
Deja que se dore bien por lado y dale la vuelta.
Cuando la saques de la sartén ponla sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Después colócala sobre un plato y rocíala con azúcar y canela.
Y de aquí ya puedes pasarla directamente a la fuente donde vayas a servirla a la mesa.
Un pequeño consejo, no pongas en la leche más rebanadas de las que vayas un freír de cada vez o se te ablandarán mucho. Ve echándolas poco a poco justo antes de pasarlas a la sartén.
¡QUE APROVECHE!